domingo, 11 de febrero de 2007

Bs. As. 1990...apenas 17 años.

SENSACIONES CONFUSAS.


Se sentó, prendió la radio y claramente escucho los primeros acordes, su idea era pasar un tranquilo atardecer pero algo le anticipaba que no sería así.
El día estaba fresco, los rayos solares existentes a las 17:30 hs. apenas se filtraban por entre los árboles de la calle, pero ella seguía sentada allí como si todo fuese nuevo, como si todo hubiese cambiado su curso, la mirada perdida en busca de algo en que fijarse mientras la radio pasaba avisos de espectáculos varios en la avenida Corrientes.
En su mente la idea de haberse perdido aquel prometedor y esperado viaje se transformaba en tortura. El frío heló sus pálidas manos y fue ahí cuando reaccionó. Ella una chica joven, agradable, divertida, no podía arruinar el largo fin de semana que le esperaba pensando enteramente en el fracasado viaje.
Fue así que se paró y fue directamente hasta el placard, donde buscó sin empeño la ropa a lucir. No sabia que hacer, sólo deseaba estar tranquila y poder escribir una buena historia, una que la reflejase tal cual es. Tomó la máquina de escribir y se dirigió a la cocina, lugar por excelencia elegido para llevar acabo esta tarea. Luego de balbucear frases sin intenciones, percibió con todo su cuerpo el sonido de una canción apenas conocida por ella, aquello basto para confundirla aún más. Sin darle mucha importancia al hecho prosiguió su labor.
Cual seria el tema de su historia era ahora la preocupación del momento, enseguida recordó toda su semana, estaba cansada de hacer siempre las mismas cosas, de ver siempre a las mismas personas, de ser todos en sus propias respuestas, de no tener en claro que quería, de sentir la culpa de todo lo que pasaba a su alrededor, la duda la invadió, se sintió igual a todos, pero hablar le hacia bien, así que tomo el teléfono y llamó a un amigo…desgraciadamente él no estaba. Los minutos pasaron y la sensación cambio transformándose en algo placentero y no tan conflictivo.
Tomó aire y nuevamente pensó en su semana, de una manera extraña volvió a recordar los hechos, esta vez se vio acompañada por sus amistades y por él, ese buen amigo con quien siempre se puede contar para compartir el tiempo. Realmente todavía no sabía sobre que escribir, pero sin saberlo ya en las hojas aparecían bajo el disfraz de nada las ideas que en su cabeza rondaban.
Serian validas todas las decisiones tomadas? Serian a conciencia? Seria ella reflejada en palabras o simplemente serian ellos expresados por su voz? Creyó necesario tomar un sorbo de agua antes continuar, nuevamente la confusión asistió a su ser, aunque creo que jamás la abandona.
Cruzó las piernas, se rascó la cabeza cosa que era costumbre, intentó sentirse y lo único que logró fue descubrir aquel diminuto dolor en el pecho, tosió un par de veces y relajó su tensionado cuello.
Pensó rápidamente en encontrarse con alguien y charlar infinitamente o hasta que el otro se cansara, escuchaba un cassette que alteró sus pulsaciones. Siguiendo el ritmo sus dedos tecleaban en la maquina las confusas ideas, la luna ya asomaba a su patio, el frío ya se había mimetizado con el ambiente. Ruido, eso era lo único que en claro tenia al igual que casi toda la humanidad….ruido.
Insólitamente irrumpió en ella el pensamiento de origen y sin querer gritó:¡Ser pasado seguro, futuro incierto pero apenas presente! Rió satisfecha y se creyó importante, cuando lo único que había hecho era ofrecer a sus vecinos otra frase para que se preocuparan por la salud mental de su vecina. Quiso destruir todo lo anterior, pensó que nada de lo escrito era coherente y aplicó a su persona una dosis de destrucción.
Qué ser? Tal vez no le importaba pero fue lo que se le ocurrió poner sobre el papel. Nuevamente algo llamó su atención desde el mundo de lo real, esa canción que tanto le gusta y la refleja. Se puso a cantar y dejó pasar todo aquello que no estuviese dentro de su nivel, que por supuesto no era “alfa”. Tenia sobre si el peso total de una noche clara, las verdades que pueden encerrarse en una noche de otoño, la infame duda protegiéndola, la vista hincada en aquello que acaso podría ser.
Su vida basada en simples proyectos estaba transfigurada en una vida ajena cuyo valor carecía de importancia, soñaba con ser sin saber que ya era, tuvo furia y clamo por ella, pero todo es inútil cuando uno quiere que lo sea. Palabras que suenan, pero no influyen. Carencia acentuada era la que necesitaba cubrirse y por desgracia nadie comprendía, sólo ella y fuera de ella nadie…
Parece contradictorio el hecho de ser una persona que logra establecer con tanta rapidez sus confusiones y no puede resistirse a la idea de confundirse aún más.
Rápidamente la rigidez la empapó, su cara se nubló, el presente la tomó por sorpresa, era tarde y ya había escrito tres hojas de algo que no sabia que era. Miró a su alrededor y observó todo detenidamente, las cosas seguían en su sito, el aire suave recorría el cuarto, las plácidas manos se encontraban tipeando una por una las palabras que pasaban por su mente.
Todo era extraño, se rascó nuevamente la cabeza, se miró los dedos rojizos de tanto pegar con rabia a las pobres e indefensas teclas, tenia sueño pero se propuso arrancar la hoja y comenzar una nueva, así que con decisión soltó el freno de la máquina, sacó la hoja y la arrojó al suelo donde se reunió con otras tantas, abrió suavemente el block de hojas y cortó una, la colocó en la maquina, se sentó y escribió bien pegado al margen el título de su nueva historia “SENSACIONES CONFUSAS”.

Del blog de cierro comillas:


www.soy-puntos-suspensivos.blogspot.com

2 comentarios:

Cierro comillas dijo...

Me sorprendiste, texto y foto incluida... quedé sin palabras!
Muchas Gracias.
Cariños y nos seguimos leyendo.
Lore.

Sergio Damian dijo...

Me gusto tu relato y no es facil que me gusten porque la mayoria me aburren.
La foto la puse para presentarte y que te conoscan